Cambiar el mundo
Si, suena lejano, casi utópico. Pero cambiar nuestro mundo, ese pequeño universo donde respiramos, amamos, trabajamos y sentimos, ese sí es posible. No hace falta mover multitudes ni levantar banderas. Basta con algo más revolucionario: ser mejores seres. Mejores con quienes nos rodean. Con quienes cruzamos palabra, mirada o silencio. Porque si elijo ser presencia amable, si sumo en lugar de restar, si inspiro en lugar de juzgar, entonces el pequeño ecosistema que habito se transforma. Y cuando uno cambia con amor, todo lo que toca comienza a vibrar distinto. El mundo no se arregla de golpe. Se reconfigura a través de actos cotidianos que parecen mínimos pero contienen toda la potencia del alma despierta. Tu entorno —ese puñado de personas con las que compartes la vida— es tu mundo. Y si ahí florece la compasión, la conciencia, el bien… entonces sí: ya estás cambiando el mundo.
5/10/20251 min read

